jueves, 20 de enero de 2011

QUE HARAS CUANDO EL SOL SE PONGA



Pudimos quedarnos con el vino y con las rosas
Y sin embargo aprisionamos las espinas
Pudimos hablar y decirnos muchas cosas
O bien quedar cegados por el aura divina

Que envuelve a los amantes al dejar de serlo
Limitándose a despedirse a la francesa
Dándose unos besos como de estraperlo
Y olvidándose del champán y de las fresas.

Nada en el mundo tiene el don de ser eterno
El amor es la chispa que pone en marcha el día
Pero igual que podemos ser muy tiernos
También es posible estar en buena compañía

Y despreciar las ganas que tiene la otra persona de vivir
Tan solo porque la felicidad muchas veces nos supera
En tanto que la tristeza, que siempre muy atenta nos espera
Acaba siempre por entrar en nuestra vida, y nos hace sufrir.

Los días pasados junto a ti son poesía
Los minutos que compartimos, ambrosía
Cada segundo junto a ti será un tesoro
Que recubre mi vida como el baño de oro

De los anillos de la gente que se quiere y se casa
En una tarde que siempre es feliz, pero que pasa
Y cuando el sol se pone y el alma se serena
La madre de la novia deja aflorar la pena

Y acaba por soltar esa lágrima retenida
En los pliegues de unos ojos expectantes
Puesto todo su afán en aquellos amantes
Por uno de los cuales ella daría la vida.

Pudimos quedarnos con las rosas, y el vino
Pudo alegrar nuestro mundo emergente
Pero ya se pasó aquel momento divino
Y nos limitamos a caminar entre la gente

Buscando la parada del bus hacia el Edén
Oculta siempre entre el ramaje del olvido
Y para evitar las heridas del amor, también
Protegida del alcance de las flechas de Cupido.-

Es verdad que pudimos quedarnos con el vino y las rosas
Y cierto es que pudimos decirnos cara a cara muchas cosas
Aún ignoro el motivo por el que nada te dije, en aquel día
En el que tú me juraste amor eterno, y alegre sonreías.-

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