Como rasgos de tristeza que se unen al compás
De la caída de un muro que nunca separa nada
Como las gotas de agua que caen encadenadas
Y que mojan nuestra vida sin detenerse jamás
No debería traerte ningún daño mi cariño
Que no sea la desdicha de nunca estar a tu lado
Si pudiese volaría hasta alcanzar lo soñado
Y ante tu dulce presencia volvería a ser el niño
Que se halla frente a frente a su dicha y su destino
Sin atreverse a seguir por uno u otro camino
Y sin pararse a pensar en por qué se ha detenido
En este preciso instante en el que se siente herido
Siendo tu ausencia infinita lo que me hace llorar
Esa falta de tu ser que no se cura con nada
Si es la cruz a soportar el estar enamorado
Tengo para mí que amo ese bendito penar
Que me causa más desdichas que destellos de alegría
Que traerá a nuestra vida los momentos de pasión
Cada vez más espaciados, quizá como en aquel día
En el que sin ser consciente te entregué mi corazón.-
Para ver como te ibas levemente musitando
Dulces palabras de amor que formando lindos versos
Le dieron por una vez un sentido a mi universo
Cual ilusión irreal de los que sueñan amando.-
Hoy sueño que estás conmigo en una cárcel silente
Hecha de amor y barrotes, de ausencias y conjeturas
Y pese a estar encerrados y plagados de ataduras
En el tema de la pasión nos ponemos al corriente.
No es una cárcel querer, aunque el amor te encarcele
Y te haga desear ser libre por algún tiempo, quizás
Para poder darte cuenta de que no sabrás jamás
Por qué cuando uno ama, al amor siempre te duele
Bien sea al principio cuando el afecto te envuelve
Bien al final cuando el daño te perfora el corazón
Aunque siempre volverás a encontrar una razón
Para esperar ese amor, que se fue, pero que vuelve
A anidar en tus entrañas restableciendo la calma
A reverdecer laureles que parecían marchitos
A poder gritar amor, ahora con la voz en grito
Y sobre todo a traerte toda la paz a tu alma.-
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