viernes, 8 de junio de 2012

ESO NO PUEDE HACER DAÑO ( y 3 )






...SIGUE

Una vez lo encontré y al montar en el carruaje, vi enseguida
Que el cinturón de seguridad de esas limusinas es muy fuerte
Si lo aprietas es posible que en alguna ocasión salve tu vida
Pero si lo dejas suelto, cualquier accidente te supone la muerte

Ponerlo o no ponerlo, he ahí la cuestión que me atormenta
Mientras acudo rauda a mi cita con el resto de las chicas
Para tomar el té con una nube de leche y un poquito de menta
Evitando sentarme al lado de esa amiga que siempre te salpica

Y mientras hablamos de cosas que no son importantes
Poniendo a las que faltan verdes, sin mucha compasión
Vamos perdiendo entre todas una buena ocasión
De volver a ser lo que fuimos, lo que éramos antes

De convertirnos en seres que utilizan la tarjeta
Empleándola a veces con un punto de locura,
Peleándose incluso por quién paga la factura
Mientras las demás ya esperan en la puerta

A que venga su chófer y las lleve a cada una a su mansión
Bien alejadas de los barrios donde la gente sufre privaciones
No vaya a ser que los pobres les contagien de alguna depresión
Y pasen en la consulta del psiquiatra una parte de sus vacaciones.

Voy a volver a mi antigua vida, sí, pero no tengo prisa
Tal vez lo haga un día de estos, tal vez en primavera;
Ahora sólo pienso en buscar la manera
De utilizar sin parar mi nueva tarjeta visa.

Pues las penas con pan son menos penas
Y la vida con euros, será más llevadera
Me lo dijo mi madre cuando era una nena
“Deberás intentar ser siempre la primera”

Y ahora estoy luchando entre las ganas de dejarlo todo
Y marcharme a vivir la vida que disfrutaba antaño
Pero quizá no me haga falta hacerlo de este modo
Al fin y al cabo, un tiempo más así, no puede hacerme daño.