miércoles, 2 de marzo de 2011
HOY NO NOS TOCA AMARNOS.
Finiquitado ya el asunto del amor y de los celos
Olvidado el momento en el que fuimos amantes
Dejando atrás los besos y quedando cesante
Aquel nidito que nos construimos junto al cielo,
Toca sobrellevar la vida que de aquí en adelante
Tenemos que llevar a las espaldas, una vida sin duda
Más discreta que bella, y sobre todo un poco diferente
De aquella en la que siempre te encontraba desnuda
De cuerpo y alma y sobre la que tengo que volver
Para no olvidar tu recuerdo, que envenena mis días
Que van pasando igual que las nubes pasarían
Si el imponente monte no les obligase a detener
Su marcha presurosa hacia el confín del mundo
Hacia el umbral del universo hecho de soledad
Donde ruge la tierra y su sonido áspero y profundo
Contrasta con el piar de los pájaros que en su levedad
Expone nuestro oído a una cita esperada
Con la razón, pospuesta unos meses atrás
Sabiendo que el amor no termina jamás
No sé por qué pareces estar desesperada.
Coincido contigo en que fue muy bonito
Y quizá también en que no duró mucho
Ya sé que ahora mismo en un asunto finito
Pero es que en el arte de amar nunca fui ducho.
Prefiero la soledad antes de hacerte daño
Y olvidarme de ti, en tanto que el futuro
Venga para pegarme y si el golpe es muy duro
Y la señal del mismo me dura más de un año.
Prometo no quejarme, y ni siquiera llorar
Porque nunca una lágrima unió dos corazones
No lo haré, pues el llanto bien podría acabar
Por cargar a Cupido de múltiples razones
Para no disparar nunca más sus flechas sobre mí
Y dado que no puedo estar sin amar una semana
Estoy dispuesto a querer tal vez desde mañana
Aunque ese cariño nunca será hacia ti.
Podría decir aquí que tú te lo buscaste
Desde el mismo momento en que anulaste el viaje
Pero no lo diré, ni tampoco que tú nunca me amaste
Pues no sería cierto y más cuando sé que tu equipaje
Cuando viniste a verme, tan solo se componía
De ropa interior de encaje y perfume a violetas
Ropa que te quitabas y perfume que olía
Aún sin acabar del todo de vaciar la maleta.-
Nada diré que ofenda y espero, en consonancia,
Que jamás una queja tenga que soportar
Ahora nos toca estar guardando las distancias
Igual que en otro tiempo, se nos permitió amar.
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