lunes, 22 de febrero de 2010

LOS AMANTES DEL VIENTO


No es que les cueste amar, aunque llegado el caso
Puede que les cueste confesarlo, dar ese primer paso
Que tan sólo consiste en hablar con la persona amada
Explicar lo que sientes y decirle que estas enamorada.

Es fácil el amor, cuando el cariño es compartido
Está chupado amar si ambas partes se desean
Y cogidos de la mano hacia el atardecer pasean
En pos de un destino mas amable, incluso divertido.

Nada se interpone entre su dicha y su esperanza
Ninguna nube gris amenaza su vida en lontananza
No hay dios ni religión que les impida amarse
Y cada esquina o rincón les invita a abrazarse.

Beben de la nostalgia que emana del río solitario
A cuya vera fiel acuden cada vez que en el estío
Las gotas de sudor pueblan su piel de escalofríos
Y el calor convierte toda la ropa en un sudario.-

Nunca se sienten mal, ni tan siquiera en invierno
Añoran, eso si, la primavera con su ropaje verde
Estación de las flores en la que el sol se pierde
Y al regresar les alumbra con sus rayitos tiernos.

Amantes de ese viento que promociona brisas
Se juntan cada día en la misma estación
Son partitura exacta convertida en canción
Un discurso esculpido con palabra precisas

Por si las olas tiemblan nunca miran al mar,
Se giran y musitan por bajo una oración
Se acercan a la orilla, se dedican a amar
Y a no dejar tras de si pena y desolación.

Son pedazos de historia que deben compartir
Con recuerdos oscuros que surgen de la nada
Son muros de algodón con relleno de almohada
Que impiden ver el futuro y labrar su porvenir.

Cada año los verás cuando llegue el deshielo
Con abrigos de paño, de los que abrigan bien
Un adorno de flores, una cinta en el pelo
Y quien sabe si al pasar no llevarán también

El fruto del amor que un día fue engendrado
En una tarde gris de principios de Abril
Con el sol de poniente virando hacia el añil
Y que es la consecuencia de mil besos robados.

Criatura perfecta que un día tal vez no muy lejano
Abandonará el nido en el que fue el monarca
Se alejará sin pensar a bordo de una barca
Hábilmente guiada por su mente y por su mano.

Para dejarlos una vez mas solos ante la vida
Pero un poco mayores para empezar de cero
Un solo corazón en medio de dos almas divididas
Una última ocasión para hablar y ser sinceros.

No es que les cueste amar, es que al amor es ciego
Y tropezarán a su paso en todas las esquinas de la vida
Pero les envolverá con su pasión hasta que hayan asumido
Que era un adiós aquella vez que se dijeron hasta luego.

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