viernes, 11 de diciembre de 2015

A PARTIR DE TU DESDÉN






Aunque a ambos nos duela en la distancia
e imploremos a Dios, para volver a vernos,
hemos de intentar salir vivos de este infierno
y caminando juntos, con la debida prestancia,

acallaremos bocas, que no paran de criticarnos
desde aquel momento en el que nos conocimos
pero aún estando predestinados para amarnos
de bruces contra la cruda realidad nos dimos.

Cuenta la historia y es cierto, que no olvidamos
ni el primer beso que damos, ni la primera cita;
también hay datos que muestran que deshojamos
con suma cautela y discreción la linda margarita

mientras susurramos me quiere, no me quiere,
y al final haciendo trampa resultará que sí,
al menos, y en lo que a mi parte se refiere
sabes que, aunque faltasen hojas, sería así.

La vida es como una flor, cuya existencia es ligera
suave como su perfume que exhala en la primavera
muchas veces un ojal es su modo de mostrarse
otras veces está sola y sin llover, va a mojarse,

por lágrimas, escindidas de unos ojos anegados,
de un abundante llanto, con todo el rímel corrido,
derramando en el presente, pero culpa del pasado,
cientos de amargos sollozos, en pañuelos recogidos.

En cada historia de amor hay un poso de tristeza
muchas veces olvidada por caricias suspendidas
de una cuerda muy sutil, aunque evita las caídas,
mostrando a la multitud cierto grado de entereza,

que no es tal, pero da el pego, engañando al horizonte
cuando cree que es el sol el que ilumina sus penas;
lo cierto es que es la luna, asomando por el monte
quien prende fuego a las almas, aumentando la condena.

Yo no quiero despertar de cualquier sueño imposible
tan sólo amar un poquito, sin prisa y sin consecuencias
a quien Dios no le dio amor, el diablo le da paciencia
como la tuvo el buen Job, y aunque parezca increíble,

hoy estuvimos a puntito de querernos como antaño,
con citas bien anotadas en un cuaderno de ante
no conseguí ni siquiera que te quitaras un guante
y a partir de tu desdén, hasta el sol me hacía daño.-

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POR LO QUE QUEDA DE AQUELLO






Vivir de cualquier manera, es un modo de morir
y cuando el precario sol inunda, sin calentarlas,
algunas habitaciones de nuestra casa, al partir,
me da por mirar atrás, quizá para recordarlas,

cuando no vivía sólo y tú estabas junto a mí,
eternamente dichosa, o al menos lo parecía,
la presión iba por dentro, o tal vez no me querías
quizá tantas decepciones nos han traído hasta aquí.

El amor es simple y puro y a veces se muestra hostil
con aquellas situaciones que le ponen en un brete,
sin caer en depresiones, y con las aguas de Abril,
como si tuviese mecha, progresa como un cohete,

que tantas veces estalla en las manos del que prende
con fuego de sentimientos, la hoguera de la verdad
hay cientos de caminantes descansando en la oquedad
y cuando el ocaso llega de nuevo el camino emprenden.

Pero al llegar a su casa, ni el perro sale a la puerta
en busca de nuevos soles, se ha marchado con su dueña
hay una nota en la mesa, que es como una carta abierta
y un pájaro en una jaula que con ser águila sueña,

mientras todo alrededor se difumina, y se estanca
cualquier atisbo de celos, que acaban por estallar;
seguro que hay momentos apropiados para amar,
quizá cuando el sol dé paso a la vieja luna blanca.

A pesar de los motivos, hoy no quería llorar,
la alegría era sincera, tal como ayer relataba
en el curro todo igual, una vez más escuchabas
y el viaje en el autobús, pues qué te voy a contar;

pero si llegas a casa sin nadie a quien saludar
y le cuentas al perchero cualquiera de tus pesares,
que un amor ha terminado tal vez debas aceptar
o en otro caso también podrías llorar a mares.

Por lo que queda de aquello, deberíamos brindar
por pasados esplendores, quizá un beso no sobrase
por la suerte que he tenido al tenerte, quiero dar
gracias a quien corresponda con una sentida frase

tan manida y tan superflua que no voy a repetir
al menos mientras un muro me impida el verte;
está hecho de rencor, en todo caso es muy fuerte
y no pasaré a tu lado, pues de algo hay que morir.




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EN LA MENTE DEL VIAJERO






Por si quieres recordar alguna frase perdida
entre chácharas viajeras por el limbo del ardor
por si te diera algún día por recordar nuestra vida
déjame enviarte un beso como prueba de mi amor.

últimamente el ocaso acaba con nuestros sueños
que empiezan por la mañana frente a una taza de té
en amarte simplemente he puesto todo mi empeño
conforme pasan los días, pues voy perdiendo la fe

pero hablar de amor me gusta, a tí parece que no,
y aún más yo te amaría si no estuvieses tan lejos
como la luna redonda que hay que ver con catalejo
como ese cariño inmenso, que a veces te es ajeno.

Hoy son palabras bonitas y ayer fueron gestos bellos
lo importante del amor es según como se mire,
pero permíteme al menos que un segundo yo te admire
mientras observo el collar orlando tu lindo cuello;

cuello de cisne imperial, rosado como el carmín
que ilumina tu sonrisa, tan bella y nada impostada
cuando caminas deprisa por el pequeño jardín
y si alguien quiere verte lo debe hacer de pasada,

pues tu enorme corazón no se detiene ante nadie
todo aquel que te desea, debe ponerse a la cola
quizá seas como el mar, formado por muchas olas
pero seguro que sabes que no hay persona que odie

la belleza furibunda que emana de un rostro serio
no con esa seriedad que se usa en el cementerio
sino con gesto sereno a la par que la emoción
lleva todo por delante, como si fuese un ciclón.

y en la mente del viajero, cargado con su maleta
tan llena que dice basta de presagios y de sueños
no existe más que pasado, y sin perder la chaveta
se imagina un buen futuro, uno casi de diseño.

que esto se consiga o no, es cuestión de avemarías
rezos a ratos hablados y otras veces elevados
a dioses inoperantes, que nunca dan alegrías
sobre todo si las plegarias no resultan de su agrado.

Voy a terminar aquí con una frase que aúne
todos esos pensamientos que nunca salen a flote;
permíteme que el amor en mi semblante se note
pues quizá a estas alturas es lo único que nos une.-




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